Comienza su profesión de dj por
pura vocación y durante dos décadas no ha dejado de evolucionar sin presentar
síntomas de agotamiento o letargo. Si algo puede definir su trabajo es una
constante inquietud por la música y su irrefrenable pulsión por evolucionar
junto con ella.
Entra en contacto con el mundo del
vinilo rozando la adolescencia, momento en el que comienza a adquirir sus
primeros 12 pulgadas de artistas como
Grace Jones y 808 State.
El estreno ante la audiencia llegó
en 1993 cuando la legendaria sala Hanoi
le invita a residir la cabina. Con esta primera residencia da lugar a sesiones
salpicadas de influencias
procedentes del Acid House de Chicago
y el, entonces novedoso, Deep House
americano forjado en Nueva York y Miami.
Su nombre se consolida entre los
deejeis más representativos de Madrid a mediados de los 90 con Boccacio After Hours, sesión icónica que se posicionó como el mejor
matinal de la ciudad gracias a un sonido excelente, una lograda estética y un
ambiente único.
En el año 95 se convierte en
residente y promotor de la sesión
matinal Midday. Una sesión que durante sus cuatro años de vida
contribuyó a la aparición de una generación dispuesta a empaparse de ritmos y
sonidos en un momento en el que la escena electrónica no se entendía como en la
actualidad. Midday supuso un concepto de after
diferente, cuyas aportaciones musicales resultaron decisivas para el
estímulo y la apertura de la música de baile hacia sonidos más vanguardistas
que transitaban desde el House hasta
el Techno más soul. Sin duda, una
aportación reseñable motivada por
una esmerada programación que trajo hasta la capital a referentes de la electrónica nacional e
internacional como Herbert, Acquaviva, Swag o Ralph Lawson.
Durante este período su interés
musical se centra en la escena británica, alemana y holandesa de mitad de los
90. Movido por todo lo que se desarrollaba en la costa oeste de Estados Unidos,
en 1999 vuelve a cruzar el charco
para recalar en San Francisco y Los Angeles, puntos neurálgicos de la evolución
en su estilo musical de este momento.
1999 marca el inicio de su
proyecto más personal y duradero, The Room. Un club que dirige hasta
la fecha y que hoy sigue siendo sello incondicional en la agenda nocturna de
Madrid. Con The Room se afianza su
condición de promotor al dirigir una sesión que evoluciona con constancia, manteniendo la esencia y personalidad
de sus inicios.
Fuera de casa se le ha podido
escuchar en Very Disco, Just y Rust en Copenhage, Kadok en Algarve, Stamheimm en Kassel, WKS en Schmalkalden y otros clubes
de Oporto, Lisboa y Dubai. Ha
participado en eventos como la Copenhagen Fashion Week y Art
Futura; entró en la parrilla musical de Festimad y los festivales
Urban
Party, Fimes y REC; y fué
el responsable de la programación musical de las tres primeras ediciones de la Rave
del Mercado de Fuencarral en Madrid.
Sus
sesiones apuestan por un desarrollo prolongado y sutil de los temas. Sin
estridencias, sus mezclas se alargan en justa medida, en armonía, haciéndose vivas y acompañadas de bajos
contundentes lo que permite sostener
el ritmo sin perder vitalidad. Un
estilo propio salpicado de reminiscencias de los pioneros del House americano y que en
la actualidad apunta hacia el House, Deep Tech y el Techno producido fundamentalmente en Europa y Detroit.
Al límite de corsés
estilísticos, Ángel García es un creador de viajes sonoros, artífice de atmósferas profundas que evocan
sensualidad, intensidad y agitación en contextos de armonía moderada, siempre permaneciendo fiel a la
temperatura que en cada caso marcan las pistas.
Date una vuelta por The Room Club
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